Apatía y Nostalgia


A Francisco Negrete

Si Tía Apa no hubiera confesado que con su revolver .32 se quería matar un día de estos, quizá a Tía Talgia los ojos no se le habrían convertido en algo así como un carrete descompuesto y viejo de cine, por ver intercaladas la profunda oscuridad de la vida y la realidad falsamente iluminada por la razón del hombre, en un parpadeo sí, un parpadeo no, y además Tía Apa no le habría llamado a Tía Talgia casi todas las madrugadas para decirle que está apunto de suicidarse. A lo que Tía Talgia siempre respondió con algún recital de sus reflexiones vistas, gracias a esta nueva condición en su anciana vida, las cuales parecen pasajes enteros sobre la cavidad que ocupa el ser humano en el tiempo y espacio, sacados de libros de filosofía clásica alemana, y que por lo general siempre van mezclados de alguna teoría de física cuántica, espiritualismo, analogías de obras de arte, o descubrimientos que ha hecho la NASA recientemente en el espacio. Mismos recitales a Tía Apa le parecían de lo más absurdo y estúpido, ya que a pesar de que los entiende perfectamente, seguía sin encontrar la razón pura de la vida que nadie conoce y que a nadie le importa pero que ella está empeñada en descubrir, pues afirmaba que como no la encontraba en la vida misma, tendría que estar del otro lado, es decir en la muerte. Pero la Tía Talgia al respecto le ha confesado su más reciente reflexión sobre aquel dilema. Fue una tarde en el teatro, se presentaba el 4.33 de John Cage misma que ninguna soportó tras el ensordecedor sonido de las almas que se escuchan en esa obra. Le confesó que a pesar de que ya había estudiado a todos los estudiosos de “el sentido puro de la vida”, y en los que ella estaba segura haber encontrado la respuesta, hoy por la mañana, en su visión intercalada, se manifestó en un fondo sin color y sin oscuridad, simplemente algo que ella denominaba: nada, sonorizada por una voz que le indicaba que lo que estaba viendo era la respuesta a tal cuestionamiento. A lo que Tía Apa intrigada reaccionó echando a correr del teatro, jalando a Tía Talgia del suéter y ya afuera, le obligó a repetir sus palabras una y otra vez hasta que encontraran el significado de esa visión. Así que estuvieron en el teatro casi hasta la media noche y después tuvieron que regresar en un taxi que les sacó un ojo de la cara a cada una y que ellas dieron sin ningún problema, pues habían encontrado ya la respuesta y sabían que sólo así satisfacerían el sentido de la vida. Mismo que explican como: el sinsentido de la vida es la cualidad más grande de ésta, y radica de la libertad, pues si tuviera un sentido, ésta sería nuestra condicionante eterna y nos veríamos obligados a crear una revolución con tal de quitárselo, es decir, dejarla sin sentido, así que el todo que nos conforma estaría en constante revolución y muy seguramente se hubiera erradicado en el instante mismo de su aparecer, de ahí que la vida será siempre eterna y nosotros tendremos la libertad de darle el sentido que nosotros queramos en nuestro tiempo de vida, por lo tanto, hay que vivirla y no acortarla como aquella impertinente idea de darle un sentido para auto limitarnos.

Entonces, bajo esta reflexión, Tía Apa echó a llorar al darse cuenta de que había desperdiciado su tiempo vital en querer matarse y ahora que le quedaban seguramente muy pocos años de vida, tendría que vivir muy rápido y quizá no lograría hacer todo lo que tenía en mente esa noche. Así que al escuchar esto, Tía Talgia pagó el taxi con un ojo de la cara sin importarle, sólo para deshacerse del síndrome del carrete descompuesto, y pensó que como ella estaba en la misma condición que la Tía Apa, le propuso, y después prometieron, que irían a conciertos de Rock, a navegar la costa de África, al abierto de tenis Rolan Garros y muchas cosas más. Pero pronto descubrieron que ya no tenían energía para realizar todo eso, así que decidieron entonces, dar todo lo que el mundo les pidiera desde ese momento, y si no, de cualquier modo tenían el consuelo que recitó la Tía Talgia: vivimos solas pero moriremos juntas.