Mi pielecita de nieve
no se como decirte que regreses,
pero si algún día me esperas
hazlo igual que yo:
mete tu mano por la tráquea
hasta llegar al corazón
y apriétalo muy fuerte
para obstruir lo que pueda
correr en el.
Sólo así sabrás del dolor gigante,
que al explotar tu corazón,
sofocará los alrededores
de tu ser.
También sumerge los pies en tierra húmeda
de aquel país lejano como tú.
Siente las caricias que dan
los gusanos con su lengua,
veras que arrullan el cansancio
de amar a alguien.
Y cuando los nervios
vayan muriendo
hasta desmoronarse,
no dejes que en polvo
te lleve la borrasca,
pues si llego, no te encontrare
y en el sereno abrasivo,
creyendo que te busco
sobre campos de hielo,
te traere de vuelta
aunque sea un ratito,
respirándote en recuerdos…